Por Jorge Rivero Zapata
Campo militar, Tenosique, Tab., a 21 de sep.- El silencio de la madrugada se rompió este día al escucharse los motores de los vehículos militares, los llantos de los niños y esposas presentes y las voces de los altos mandos hacia la tropa del 18avo. Regimiento de Caballería Motorizada que se alistaba para iniciar su viaje a la entidad de Mazatlán, Sinaloa, esto en el marco de la Estrategia Integral del Estado Mexicano en el combate contra el Narcotráfico y la Delincuencia Organizada.
Eran las 05:30 horas cuando arribamos al Cuartel General de la 38ava. Zona Militar de este municipio de la frontera Sur, la llovizna caía sobre los corresponsales que estábamos presentes para ser testigo del convoy militar que saldría de ahí, donde también estaban presentes compañeros y familiares de esos soldados que viajarían al estado de Sinaloa en apoyo a la III Región Militar.
De ahí fuimos trasladados al aeródromo militar donde 58 vehículos estaban formados y 450 personas entre soldados, jefes y oficiales realizando los preparativos y revista antes de iniciar el Convoy Militar, de pronto el “perro” entrenado para olfatear las pertenencias de esos héroes de la Patria.
Dos horas más tarde a la orden del Teniente Corone de Caballería y Comandante del 18avo. Regimiento de Caballería Motorizada, Juan Elpidio Cortes Rodríguez, todos volvieron a guardar sus pertenencias, sus chalecos antibalas y su arma larga la cual viajaba con cada uno bajo su resguardo, los motores se volvieron a encender y así iniciar ese Convoy su largo viaje de cuatro días aproximadamente recorriendo más de mil kilómetros de distancia desde este municipio de la frontera Sur.
A su vez, se abrió la pluma de la entrada-salida de ese aeródromo militar y el Convoy de 58 vehículos con los 450 militares arriba iniciaron a salir para enfilarse sobre la carretera Tenosique-Villahermosa, interrumpiéndose algunos minutos la circulación vehicular que cruza por ese lugar.
Los llantos se empezaron a escuchar de algunos niños y mujeres que saben de antemano que sus esposos y padres van a enfrentar a grupos delictivos del Norte del país, que van a combatir el Narcotráfico, a lo que decimos que Dios les cuide y dentro de dos meses esperamos su retorno aquí a su base militar, con estas acciones la Secretaría de la Defensa Nacional ratifica el compromiso para mantener la seguridad del pueblo de México.